Siguiendo el Río
Obra comisionada por el MUSEO DE ARTE DE PEREIRA
26 de Febrero al 15 de Mayo de 2016
Av. las Americas (Sur) No. 19 – 88
Sala principal del museo, piso 1.
Siguiendo el Río, hace confluir tres obras que en momentos distintos, reflexionan sobre el movimiento de la naturaleza como imagen para comprender el tiempo. Y es por medio del dibujo, que se traza desde la participación, la contemplación y lo simbólico, encuentros que reafirman la dinámica del paisaje. Un movimiento que conecta los ciclos del agua entre el cielo y la tierra, como el agua de las nubes y la lluvia desembocan en la cuenca del río.
Seguir el Río, es aceptar que se fluye como el agua, como dice Gaston Bachelar, “Un ser totalmente entregado al agua es un ser en continuo cambio. Muere cada minuto; parte de su esencia esta en constante deconstrucción”. (El agua y los sueños)
La primera obra, Río, propone una intervención escultórica que invita a la participación activa del público durante la creación y la destrucción de la obra. Los espectadores siguen el río al registrar su recorrido sobre el cauce de yeso. De esta manera se compone un terreno de múltiples historias y autores donde la diversidad gráfica se extiende en el espacio. El dibujo colectivo conforma un paisaje frágil y austero, de cualidades rocosas y acuosas que se abre al tiempo que transforma la materia.
La segunda obra, Voragine, un dibujo vertical de 5 mts, es una columna más que se sigue después de las del espacio. Una línea blanca que conecta el arriba y el abajo, donde la insistencia gráfica compone un recorrido de atmosferas temporales.
La tercera obra, Trazando el I-Ching, es el registro de una libreta de dibujos, la cual contiene las 64 imágenes, interpretaciones del libro de los cambios: I-CHING. Este antiguo libro Chino recoge la sabiduría de muchos pensadores, quienes a través de la contemplación de la naturaleza encontraron un camino para comprender el orden del tiempo presente. Por más de 3.000 años, esta observación cuidada y profunda del entorno ofrece pistas para comprender la psiquis humana en el transcurrir impermanente. El libro recopila en 64 paisajes las dinámicas que pueden regir el cosmos, un orden que sintoniza los movimientos de la naturaleza con la vida.
Y es por medio de esta continuidad, que la observación cuidada del paisaje, como el agua que corre segura por el río, nos devuelve la intención de confiar en el cambio como ritmo que mantiene la vida.
AGRADECIMIENTOS:
Este gran proyecto fue gracias a el apoyo de Daniel López y Juan Chica en la primera semana de producción. Ana Arango y Luis Carmona, por el increíble compromiso en la producción, montaje y realización. A Rosa Ángel y Alejandro Garcés por la confianza y el apoyo para la comisión de la obra. Muchas gracias a todo el Museo de Arte de Pereira, no solo por acogerme la obra en sus salas de exposición, sino por ofrecer taller, registro y todo a su alcance para la producción. A Orlando Castañeda y Carmen Arbeláez por sugerir y prestarme una de sus obras favoritas de su colección. A la Cuenca, Fredy y Richi por llevarme al río y a su cuenca. A Amparo Saray y Fernando Arboledapor recibirme en casa como en casa. Gracias a cada uno de los amigos que pude conocer y compartir aquellos días intensos de producción, montaje y río. Y por último a todos aquellos que se acercaron al Río dibujar.
Siguiendo el Río
Obra comisionada por el MUSEO DE ARTE DE PEREIRA
26 de Febrero al 15 de Mayo de 2016
Av. las Americas (Sur) No. 19 – 88
Sala principal del museo, piso 1.
Siguiendo el Río, hace confluir tres obras que en momentos distintos, reflexionan sobre el movimiento de la naturaleza como imagen para comprender el tiempo. Y es por medio del dibujo, que se traza desde la participación, la contemplación y lo simbólico, encuentros que reafirman la dinámica del paisaje. Un movimiento que conecta los ciclos del agua entre el cielo y la tierra, como el agua de las nubes y la lluvia desconvocan en la cuenca del río.
Seguir el Río, es aceptar que se fluye como el agua, como dice Gaston Bachelar, “Un ser totalmente entregado al agua es un ser en continuo cambio. Muere cada minuto; parte de su esencia esta en constante deconstrucción”. (El agua y los sueños)
La primera obra, Río, propone una intervención escultórica que invita a la participación activa del público durante la creación y la destrucción de la obra. Los espectadores siguen el río al registrar su recorrido sobre el cauce de yeso. De esta manera se compone un terreno de múltiples historias y autores donde la diversidad gráfica se extiende en el espacio. El dibujo colectivo conforma un paisaje frágil y austero, de cualidades rocosas y acuosas que se abre al tiempo que transforma la materia.
La segunda obra, Voragine, un dibujo vertical de 5 mts, es una columna más que se sigue después de las del espacio. Una línea blanca que conecta el arriba y el abajo, donde la insistencia gráfica compone un recorrido de atmosferas temporales.
La tercera obra, Trazando el I-Ching, es el registro de una libreta de dibujos, la cual contiene las 64 imágenes, interpretaciones del libro de los cambios: I-CHING. Este antiguo libro Chino recoge la sabiduría de muchos pensadores, quienes a través de la contemplación de la naturaleza encontraron un camino para comprender el orden del tiempo presente. Por más de 3.000 años, esta observación cuidada y profunda del entorno ofrece pistas para comprender la psiquis humana en el transcurrir impermanente. El libro recopila en 64 paisajes las dinámicas que pueden regir el cosmos, un orden que sintoniza los movimientos de la naturaleza con la vida.
Y es por medio de esta continuidad, que la observación cuidada del paisaje, como el agua que corre segura por el río, nos devuelve la intención de confiar en el cambio como ritmo que mantiene la vida.
AGRADECIMIENTOS:
Este gran proyecto fue gracias a el apoyo de Daniel López y Juan Chica en la primera semana de producción. Ana Arango y Luis Carmona, por el increíble compromiso en la producción, montaje y realización. A Rosa Ángel y Alejandro Garcés por la confianza y el apoyo para la comisión de la obra. Muchas gracias a todo el Museo de Arte de Pereira, no solo por acogerme la obra en sus salas de exposición, sino por ofrecer taller, registro y todo a su alcance para la producción. A Orlando Castañeda y Carmen Arbeláez por sugerir y prestarme una de sus obras favoritas de su colección. A la Cuenca, Fredy y Richi por llevarme al río y a su cuenca. A Amparo Saray y Fernando Arboleda por recibirme en casa como en casa. Gracias a cada uno de los amigos que pude conocer y compartir aquellos días intensos de producción, montaje y río. Y por último a todos aquellos que se acercaron al Río dibujar.
Siguiendo el Río
Obra comisionada por el MUSEO DE ARTE DE PEREIRA
26 de Febrero al 15 de Mayo de 2016
Av. las Americas (Sur) No. 19 – 88
Sala principal del museo, piso 1.
Siguiendo el Río, hace confluir tres obras que en momentos distintos, reflexionan sobre el movimiento de la naturaleza como imagen para comprender el tiempo. Y es por medio del dibujo, que se traza desde la participación, la contemplación y lo simbólico, encuentros que reafirman la dinámica del paisaje. Un movimiento que conecta los ciclos del agua entre el cielo y la tierra, como el agua de las nubes y la lluvia desconvocan en la cuenca del río.
Seguir el Río, es aceptar que se fluye como el agua, como dice Gaston Bachelar, “Un ser totalmente entregado al agua es un ser en continuo cambio. Muere cada minuto; parte de su esencia esta en constante deconstrucción”. (El agua y los sueños)
La primera obra, Río, propone una intervención escultórica que invita a la participación activa del público durante la creación y la destrucción de la obra. Los espectadores siguen el río al registrar su recorrido sobre el cauce de yeso. De esta manera se compone un terreno de múltiples historias y autores donde la diversidad gráfica se extiende en el espacio. El dibujo colectivo conforma un paisaje frágil y austero, de cualidades rocosas y acuosas que se abre al tiempo que transforma la materia.
La segunda obra, Voragine, un dibujo vertical de 5 mts, es una columna más que se sigue después de las del espacio. Una línea blanca que conecta el arriba y el abajo, donde la insistencia gráfica compone un recorrido de atmosferas temporales.
La tercera obra, Trazando el I-Ching, es el registro de una libreta de dibujos, la cual contiene las 64 imágenes, interpretaciones del libro de los cambios: I-CHING. Este antiguo libro Chino recoge la sabiduría de muchos pensadores, quienes a través de la contemplación de la naturaleza encontraron un camino para comprender el orden del tiempo presente. Por más de 3.000 años, esta observación cuidada y profunda del entorno ofrece pistas para comprender la psiquis humana en el transcurrir impermanente. El libro recopila en 64 paisajes las dinámicas que pueden regir el cosmos, un orden que sintoniza los movimientos de la naturaleza con la vida.
Y es por medio de esta continuidad, que la observación cuidada del paisaje, como el agua que corre segura por el río, nos devuelve la intención de confiar en el cambio como ritmo que mantiene la vida.
AGRADECIMIENTOS:
Este gran proyecto fue gracias a el apoyo de Daniel López y Juan Chica en la primera semana de producción. Ana Arango y Luis Carmona, por el increíble compromiso en la producción, montaje y realización. A Rosa Ángel y Alejandro Garcés por la confianza y el apoyo para la comisión de la obra. Muchas gracias a todo el Museo de Arte de Pereira, no solo por acogerme la obra en sus salas de exposición, sino por ofrecer taller, registro y todo a su alcance para la producción. A Orlando Castañeda y Carmen Arbeláez por sugerir y prestarme una de sus obras favoritas de su colección. A la Cuenca, Fredy y Richi por llevarme al río y a su cuenca. A Amparo Saray y Fernando Arboleda por recibirme en casa como en casa. Gracias a cada uno de los amigos que pude conocer y compartir aquellos días intensos de producción, montaje y río. Y por último a todos aquellos que se acercaron al Río dibujar.
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