Es un ensayo audiovisual con el cual recorro las colecciones arqueológicas públicas de las culturas prehispánicas Quimbayas del Centro de Museos de la Universidad de Caldas, el Museo del Oro de Bogotá y el Museo del Oro Quimbaya de Armenia.
A través del registro y estudio de esta colección surgen una serie de preguntas sobre la vigencia, vitalidad y conexión con el arte de los ancestros. Mediante este relato, expongo mis inquietudes sobre aquellas estatuillas y apelo a su mirar hacia adentro, como gesto contenedor de una historia a fabular frente al expolio del oro y el olvido del mito.
El montaje plantea una conversación con el documental “Las estatuas mueren también” de Chris Marker y Alain Resnais donde reávivo la pregunta ¿sí un objeto muere cuando la mirada viva que se ha puesto sobre él ha desaparecido? Y expongo posibilidades para volver a habitar estas vasijas como contenedoras de paisaje y superstición.