Residencia CRAC Valparaíso, CHILE
El ejercicio de Residencia promueve un desplazamiento en un espacio-tiempo diferenciado que compone y activa un nuevo habitar bajo circunstancias, personas y lugares distintos. Esta situación abre la percepción al discurrir del encuentro, de la diferencia y de la particularidad bajo la mirada sorprendida del viajero; quien además de descubrir, caminar, comparar, cartografiar, conocer, entender y ubicarse, busca adaptarse, vincularse y relacionarse como condición verdadera para el residir, como interacción intrínseca para ser parte y no solo un paseante. Condición que procura además de recibir, articularse dentro de la dinámica local como sujeto activo: como residente. La residencia fue una construcción del habitar como interacción social al interior de las circunstancias dadas por el contexto donde residía: el corazón fundacional de la ciudad de Valparaíso: la Matriz.
Ocupar mi residencia pronto ocupo mi cotidianidad y mi quehacer, con la insistencia misma que los chilenos usan el verbo ocupar para remplazar la palabra usar. Tanto en el territorio geográfico como lingüístico Ocupar es una acción y un término fundamental y cotidiano para vivir y usar en Valparaíso. Esta acción traspasa, resignifica y se obstina bajo diversas circunstancias de necesidad, adaptabilidad, supervivencia, protesta y resistencia. Pues la primera acepción de este término según el rae es : (Del lat. occupāre).1. tr. Tomar posesión o apoderarse de un territorio, de un lugar, de un edificio, etc., invadiéndolo o instalándose en él; característica que responde al particular uso del espacio en Valparaíso que devela una singular manera de adaptación a las restricciones tanto geográficas como socio-políticas. El ejemplo más visible es el gran numero de asentamientos no planificados de autoconstrucción.
El lugar ocupado durante mi residencia fue un departamento con vista privilegiada sobre el Atrio de la Parroquia la Matriz. Mi habitación era un punto de observación estratégico hacia el interior del Atrio. Desde ahí pude mapear la dinámica propia y contrastada del lugar, identificando a sus habitantes, sus rutinas, sus paseantes, los encuentros, sus guardianes, quienes trabajan, colaboraban, daban, se asentaban, tomaban o rezaban, comían o defecaban, jugaban o visitaban.
La parroquia la Matriz data de más de 450 años emplazada en el barrio puerto, como lugar fundacional de la ciudad, aunque Valparaíso nunca haya sido fundada. La iglesia que hoy conocemos es de mediados del siglo XIX. El atrio, espacio abierto frente a la Parroquia, al tener casi la misma área que la iglesia, cobra vital importancia para conectar lo sagrado y lo profano, pues además de patio de entrada, es una plaza urbana que alberga desde una procesión de la virgen en la mañana, habiendo sido la noche anterior estadero, lugar de riñas, borracheras y baño publico.
Este escenario capturo nuestra atención, junto con Elisa Zeravito, la Residente Italiana, identificamos las dinámicas contrastadas del lugar, integrándonos como nuevas vecinas. Primero hicimos amistad con la gente del atrio, para involucrarnos en el comedor comunitario posteriormente, donde La Matriz se nos fue abriendo, incluyéndonos, al darnos un lugar en ese sector de Valparaíso. El corazón de la comunidad nos proporciono una razón más para estar allí: la oportunidad de servir.
A través del trabajo como voluntarias en el comedor creamos lazos cooperativos, amables y responsables, convirtiéndonos en otras tías más que colaboraban por la comunidad. Son las Tías del 421, las responsables de hacer funcionar de manera voluntaria y generosa toda la gestión promovida por la Parroquia. El comedor, la olla común del barrio, rememora la practica que durante la dictadura se popularizo como frente comunitario para combatir la escasez, como sistema de resistencia y solidaridad propia del espíritu chileno.
El acercamiento a esta dinámica revelo la Matriz como una fuerte red que resiste en la humildad solidaria, en la familiaridad de sus afectos, en la fortaleza para el dar y estrechar brazos sin importar la diferencia o la escasez.
EJERCICIO RELACIONAL
A través de la colaboración y la amistad, encontré una razón y un compromiso más allá de mi habitual proceder como artista, permitiendo emplazar mi quehacer no solo en un lugar, sino al interior de una comunidad real. En una instancia donde mi realidad se cruza y enriquece a partir otras tan diversas y complejas, ancladas al espíritu nostálgico y solidario de aquella plaza. Lugar que apuesta por una reconciliación del tejido social a través de la esperanza y el trabajo solidario.
Entonces mi propósito artístico, cambio de prioridades sin proponérmelo, donde “la obra de arte, (como dice Nicolas Bourriaud en su libro Estética Relacional), se presenta como un intersticio social, dentro del cual estas experiencias, estas nuevas “posibilidades de vida”, se revelan posibles. Parece más urgente inventar relaciones posibles con los vecinos, en el presente, que esperar días mejores” (pag 54. Ed. Los sentidos / artes visuales, Adriana Hidalgo, editora, 2008).
Comprendí mi accionar dentro de la esfera de las relaciones humanas como una razón en si misma, guardando como ganancia la posibilidad del intercambio, del encuentro con el otro y de la experiencia solidaria.
A partir de este campo de trabajo, de la dicha de compartir con las tías en el comedor, la comunidad se nos fue abriendo de par en par, para hacernos parte y familia de este entretejido, donde la razón prioritaria era el estar juntos. Así cada uno de los integrantes de la red tomaron verdadera importancia y admiración para nosotras, en especial las tías, mujeres sencillas, llenas de bondad, quienes danzaban sin perjuicio, llenas de alegrías. Como si fueran almas ya redimidas gracias al servicio.
“LA MATRIZ IMAGINADA, UN EJERCICIO DE DIBUJO COMUNITARIO”
El domingo 18 de diciembre, el atrio de la Matriz se convirtió en taller de creación por invitación nuestra. Un evento festivo que dio la posibilidad de imaginar la matriz como comunidad, donde se invitaba a dibujar a grandes y chicos. Como un espacio de expresión e identificación del imaginario de la Matriz en el corazón mismo del Valparaíso. Una oportunidad de pensar la red que nos acoge, la Matriz, la madre, es decir el barrio. Un encuentro que posibilito la amistad y reconocimiento como comunidad a través de modelar matrices y mundos posibles.
El atrio, lugar de permanentes contrastes, se mantuvo así como un lugar de conciliación y encuentro, donde los niños, las tías, los habitantes de la calle o la clientela del comedor, vecinos, curiosos y hasta los curados(borrachos), se sentaron a dibujar, a intercambiar y compartir la mesa. Donde las crayolas y los dibujos iban y venían y los portones de la iglesia fueron la galería donde se montaban todas las posibles matrices.
Hubo música, baile, dibujo y helados. Visitantes tan diversos como turistas, una concejal de Valparaíso, estudiantes de arte y curiosos abiertos a participar, junto con los ya nombrados habitantes del lugar. Pues el ejercicio genero un encuentro donde diversas realidades se juntaban para imaginarse parte de la misma Matriz. Como dijo el Párroco Gonzalo Bravo, “el atrio, configura un espacio de encuentro, el espacio en el cual cada uno de nosotros podemos sentirnos representados, porque somos todos iguales en uno de los espacios más hermosos, más democráticos de la sociedad Chilena, en Valparaíso”.
Entonces, el ejercicio de dibujo comunitario se visualizo mediante los diversas interpretaciones que los asistentes hacían a través del dibujo, donde el comedor, sus actores y la parroquia tejían el soporte para proyectarse e imaginarse juntos. Las posibilidades fueron múltiples, demostrando un alto interés por el dibujo y grandes destrezas de la mayoría de los asistentes, quienes juiciosos observaron y narraron la Matriz.
LA MATRIZ, QUE SE HACE UNO DE NOSOTROS.
Después del festín amenizado por Pimpinela (músicos del sector) en la música y otros cantantes improvisados, convocamos a los asistentes a ver un corto documental realizado por nosotras junto con Erick Fuentes del equipo de CRAC. El fin, además de registrar y recolectar los testimonios de quienes a diario trabajan, mantienen y velan por el sector, fue para nosotras la mejor manera de guardar recuerdos de nuestros vecinos, amigos y tíos durante nuestra residencia en Valparaíso.
El título del documental, por sugerencia de Erick, lo sacamos de una palabras del Padre, “La Matriz, que se hace uno de nosotros” y nosotros nos hacemos uno con ella.
EL FANZINE.
Durante el evento se repartió un Fanzine dibujado. Donde documente circunstancias que resaltaban el encanto de la cotidianidad en el Atrio de La Matriz. Mi intensión fue hacer un retrato juicioso de la comunidad, busque aproximarme tanto a la realidad, como enaltecerla en un gesto de admiración. Entonces el dibujo me sirvió para imaginar la realidad de la Matriz desde su entramado simple y verdadero, digno de ser reconocido.
Llegar, ocupar, contemplar, conocer, interactuar, entender, disfrutar, compartir, hacer vecindad, hacer familia, habitar la matriz fue el acto de residir.
Los dibujos del fanzine recogieron instantes de una realidad concreta, de penas y esperanzas, de juegos y bondades, de hábitos y solidaridades, de amor por una red que se teje y se habita a diario.
Ellos me demostraron que el servicio y el trabajo por los demás es un camino certero para ser feliz.
Programa Distrital de Estímulos 2011, Convocatoria de Artes Plásticas, IDARTES, Instituto Distrital de las Artes. Alcaldía Mayor de Bogotá.
Natalia Castañeda Arbelaez
10 de Noviembre / 20 de Diciembre 2011
Residencia CRAC Valparaíso, CHILE
Dwelling in the matrix
The residence exercise was a construction of the inhabiting as a social interaction inside of the dynamics of the Matriz of Valparaiso. In this place of contrasts I emplace my task in a real community, inside of the meek and solidary tissue proper of the Chilean spirit. The work as a volunteer in the soup kitchen provided me with another reason to be there, the opportunity of serving, of giving and shaking hands without minding about the difference or the shortage. Being together was the reason to admire and participate in that network; it was the excuse to propose in the square an exercise of communitarian drawing. An encounter that allowed to recognize itself as a community, where diverse realities got together to imagine themselves as part of the same Matriz.
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EL FANZINE.
Programa Distrital de Estímulos 2011, Convocatoria de Artes Plásticas, IDARTES, Instituto Distrital de las Artes. Alcaldía Mayor de Bogotá.
Natalia Castañeda Arbelaez
10 de Noviembre / 20 de Diciembre 2011
Le changement de contexte pour la création crée des circonstances qui remettent en cause les procédés habituels, surtout quand le lieu nous rapproche de réalités, et quand la rencontre avec l’autre propose comme raison prioritaire : être ensemble.
Le portique de l’église de La Matriz, lieu fondamental de Valparaiso, dont la dynamique se révèle comme un réseau solidaire, humble et affectueux, a attiré mon attention et dirigé mon travail. Là-bas, la collaboration m’a permis de créer des liens comme sujet actif de l’endroit, comme résidente.
Coopérer à la ollá común (soupe populaire) du quartier m’a permis de créer des liens d’amitiés responsables avec le contexte, et de découvrir la profonde simplicité et la générosité de ses gens. Le travail de volontaire m’a rapprochée de ce réseau local et familial, en me remplissant d’admiration pour ces êtres humains qui, avec une joie spontanée, montre un esprit libéré grâce au service. Mon exercice a été de proposer un espace de participation où diverses réalités s’assemblent pour s’imaginer faisant partie de la même matrice à travers le dessin. Nous avons ainsi proposé la « matrice imaginée, exercice de dessin communautaire », rencontre festive qui a généré une excuse pour être ensemble et réfléchir de manière ludique sur le réseau d’un lieu. Pour ma part, comme un geste d’admiration, j’ai proposé un portrait de la communauté à travers un fanzine grâce auquel j’ai cherché d’égale manière à m’approcher de la réalité et à l’exalter. Le dessin m’a donc servi à imaginer la réalité de la matrice depuis sa trame simple et véritable, digne d’être reconnue.
Residence CRAC Valparaíso, Chili, soutenu par IDARTES, Bogotá.