Es una expedición a través de la memoria a paisajes conocidos y experimentados por otros. Un viaje que busca recorrer y conocer territorios sin necesidad de desplazamiento, solo por medio de las apreciaciones de quienes en un pasado habitaron aquellos lugares. Siendo la memoria el recorrido del viaje, podemos reconstruir y relocalizar territorios ya habitados y sobre todo experimentados. Lugares evocados desde el afecto, que recuerdan la importancia de la tierra en la creación y formación de identidad.
Este viaje que inicia del intercambio de relatos e imágenes de los lugares de origen de diversas personas, además de archivar y hacer un diario de viaje, procura realizar una cartografía que permita reconstruir por medio del uso de la pintura, espacios intermedios que oscilan intermitentemente dentro del pasado y el presente. Representaciones que evocan desde un imaginario particular, construcciones simbólicas y metáforas colectivas, que se vuelven comunes para muchos. De esta forma, el espectador asume la labor de cartógrafo y viajero, que crea sus propias rutas, revelando diferentes vías de acceso, encontrando puertos y paisajes conocidos que lo llevan a viajar en su memoria, revelando así nuevas geografías.

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