Blue Exit is an installation comprised of sketches drawn on drops of plaster lying on the floor. A collaborative drawing, with multiple expressions, made up of a fragile and inaccessible terrain, where the rocky and the watery prevail as melancholic elements of an austere landscape.
The title of the piece suggests a pathway and exit toward the blue of the sky or of oceans, whose hue hides the depth contained in these elements. Even though the oceans and the sky seem far away, Blue Exit takes over the space with an already settled surface, dry and ash-colored, to remind us of the threat of the earthly fragility close at hand.
Noviembre 2009
Galeria Nueveochenta. Bogota
Las aproximaciones abstractas al paisaje y a la naturaleza que Natalia Castañeda ha desarrollado en sus más recientes proyectos son consecuencia lógica de las que han sido sus principales búsquedas en el territorio creativo.
Aún antes de comenzar a desempeñar una carrera en el mundo del arte, el principal motivo de investigación de esta artista lo constituyó el entorno natural, el cual ha interpretado en diversas aproximaciones a la pintura y al dibujo.
Primero abordó con sentido representativo el paisaje que le ha sido más próximo emocional y físicamente, que es el de la zona cafetera en la que nació y creció, para luego, en forma progresiva, revisar ese lugar originario desde la óptica de otros universos naturales y urbanos en los que ha ampliado sus comprensiones y orientaciones poéticas. Es de esta manera que Natalia Castañeda ha atravesado capas de información de un mismo referente, que es el paisaje, desde el más próximo al más extraño, hasta alinear los trazos de su dibujo a los que entiende como pulsaciones y flujos de la naturaleza. Así, su planteamiento, que se mueve entre la pintura y el dibujo, ha ganado ímpetu expresivo, mientras ha pasado a ser, de forma precisa, una expresión del latido constante de la fuerza en la existencia. Esta cuestión simultáneamente le ha requerido a la artista la ocupación del espacio y, en consecuencia, la trascendencia del plano.
Dibujo entonces en el proyecto de Natalia Castañeda pasó a ser en un mismo tiempo la estructura orgánica o geométrica presente en el espacio que se habita y que se recorre, y también, el gesto con que se hace visible en forma múltiple tanto el movimiento incesante y potente de la naturaleza, como el cambio que éste comporta.
De allí el nombre Bosque de la China de su proyecto de grado en la Escuela de Bellas Artes de París, del que deriva la propuesta que se expone en esta sala Blue Exit.
Bosque de la China es un lugar indeterminado, que si bien remite a un paisaje de oriente, del que la artista también ha recibido influencias, se encuentra en el imaginario de cualquiera. No se trata en este caso de emparentar la imagen con ubicaciones específicas sino más bien de animar la sensibilidad a un viaje en el que la idea de lo natural surge de múltiples asociaciones e imaginarios, a fin de decodificar así el referente concreto que impide concebir a la imagen como movimiento, como danza continua entre muy distintas formas y elementos.
A esa misma explicación se debe el que en una muestra denominada Blue Exit el azul sea un color prácticamente ausente. La asociación parte de que el color más presente en el mundo, el que tiñe cielos y océanos, y el que por lo mismo se ha tomado como la referencia de lo inmenso y eterno tampoco existe. Es un producto óptico, una ilusión más que Leonardo da Vinci explicaba como el fenómeno al que dan lugar el encuentro de la radiante incandescencia del sol con la opacidad de un mundo sin luz propia. A pesar de que se repite incesantemente que este planeta recibe toda su luz del sol y que del espectro luminoso nace la ilusión del color, concebir el azul del cielo como el encuentro de la tiniebla con la luz parece una fantasía. Quizás por lo mismo el arte habita ese espacio en el que la creación fantástica a partir del mundo conocido nos devuelve a la incógnita de un misterio inaprehensible.
María A. Iovino.
Noviembre 2009
Galeria Nueveochenta. Bogota
